Hay dos tipos de blogueros, los que se dedican a escribir y los que se preocupan de TODO lo demás.

Hoy día crear un blog es infinitamente sencillo, basta con ir a Blogger, WordPress o similares, registrarse (a veces ni siquiera eso es necesario) y ponerte a escribir. Sin embargo, no todo el que tiene un blog se queda ahí, hay muchos que vamos un paso más allá e intentamos optimizar al máximo nuestro trabajo.

Hay que dejar a un lado a los blogs profesionales o las redes de blogs comerciales; centrándonos en los blogs más o menos amateurs, muchos de nosotros no sólo tenemos que escribir nuestros artículos, en la mayoría de las ocasiones debemos montarnos nuestro propia instalación de WordPress o similares, debemos buscar los plugins adecuados, estar muy pendientes del SEO, vigilar las visitas, automatizar algunas tareas, compartir los posts en las redes sociales… podríamos decir que al principio es un 10% de creación de contenidos y un 90% de miscelánea. Poco a poco esos porcentajes van invirtiéndose (gracias a Dios) y una vez que el blog echa a rodar sólo tenemos que preocuparnos de ir actualizándonos y añadiendo o eliminando servicios, opciones…

Si eres un bloger dedicado por completo al contenido y te da igual la posición en la que apareces en Google o si las urls de tus post son «agradables» para los buscadores, si el número de suscriptores o visitas es algo meramente anecdótico o si te importa un pimiento el canal por el que tu contenido es más difundido… estás de enhorabuena.

Lo que voy a decir ahora debes entenderlo como un piropo y no como un ataque, de hecho, te envidio por ser así. Eres de esas personas que son felices en su ignorancia. Repito que es desde la mayor de las admiraciones y no es una crítica.

Los que por desgracia no somos así, los que actualizamos los plugins cada vez que nos salta la notificación, los que intentamos mejorar nuestro SEO, los que usamos (usábamos) Feedburner, los que miramos estadísticas, los que estudiamos dónde poner los enlaces y si le ponemos el «nofollow», los que nos sentimos angustiados por saber cómo demonios valora Google las cosas, los que sabemos qué son Penguin y Panda… todos nosotros vivimos frustrados (en la vida 2.0, se entiende) porque es algo que queremos dominar y controlar y jamás conseguiremos.

Con la muerte de Google Reader se ha desatado la locura, miles de nuestros suscriptores dejarán de leernos… o no, no lo sabemos, no sabemos qué ocurre, no sabemos qué pasará con Feedburner ni si el modelo del blog ha muerto (otra vez). Tú que ni siquiera te has enterado de qué ha pasado con Google Reader, eres feliz y yo, te envidio por ello.