Hace un par de años mi vida era totalmente lo que se suele denominar en el mundo tecnológico como 1.0, es decir banal, terrenal, sin que mi móvil sonara cada cinco minutos indicándome una notificación de la llegada de un mail, de un Whatsapp , de una acutalización, etc, etc, etc. Más que nada porque mi móvil era de los que servían para llamar y mandar mensajes, poco más. Era reacia a todo lo que sonara a Twitter, Foursquare o smartphone… Mi móvil era de los denominados ladrillos y consideraba una estupidez gastarme un dineral en un móvil para el uso que yo creía que le iba a dar.

Gracias a Joaquín, bueno realmente no sé si darle las gracias o mandarlo lejos, tuve mi primer smartphone, un HTC Magic, de segunda mano con sistema operativo Android. Sinceramente en aquel momento no sabía ni lo que era Android, con otra vez que lo escuchara habrían sido dos, es más ni siquiera a día de hoy podría explicar bien de qué se trata o qué diferencias hay con otros sistemas operativos, pero al menos ya me van sonando los que hay, o algunos de ellos; Symbian, iOS…

La verdad que el tener acceso desde el móvil a internet me facilitaba mucho las cosas y lo he ido viendo cada vez más necesario, tanto que ahora no puedo pasar sin ello. Evidentemente yo tengo internet para las cosas que me interesan y le doy al móvil la utilidad que para mi tiene, no cambio roms (que la verdad no sé aún qué es exactamente), no hago root (esto sí que no tengo ni idea de qué es o para qué sirve), pero me bajo del market las app (que por fin me enteré de lo que significaba) que me sirven para las utilidades que quiero tener a mi alcance las 24 horas del día en el lugar donde esté.

Una persona ajena a todo este mundo, como pudieran ser mis padres o yo misma si mi marido no fuera friki (en el mejor sentido de la palabra) estaría totalmente perdida con tal número de palabrejas extrañas, con este argot tan particular que hay que hacer un máster para enterarse de qué significa y para qué sirve, con lo cual resulta todo tan sumamente inaccesible que terminas aburriéndote de intentarlo y lo dejas por imposible.

A día de hoy tengo un blog, colaboro en otros, participo en un podcast, voy por mi tercer smartphone, leo en un ebook reader y tengo Twitter. Ni mucho menos soy una entendida en el tema 2.0, pero tampoco lo pretendo. Creo que en el término medio está la virtud. No entiendo a quienes se encierran en este mundo y no quieren saber nada de lo que hay ahí fuera, de otro tipo de intereses que no sea las nuevas tecnologías. Tengo un ebook reader, pero me encanta leer en papel…lo siento soy así de romántica, y lo siento, pero no, no quiero perder mi esencia, y mi esencia es el mundo 1.0.