No soy especialmente aficionado al tenis, al menos no tanto como al fútbol, ciclismo o fórmula 1 pero he de reconocer que no es lo mismo ver un evento por televisión que en directo.
Ayer tuve la oportunidad de ver el partido decisivo de la final de la Copa Davis que enfrentaba a España contra Argentina. En los dos primeros partidos de individuales, en los que se enfrentaban Nadal vs Mónaco y Ferrer vs Del Potro, España consiguió sus dos primeros puntos. En el dobles, que enfrentaba a Fernando Verdasco y Feliciano López ante David Nalbandian y Eduardo Schwank, los gauchos acortaron distancias.
Y llegó un soleado domingo, ambiente festivo en el Estadio de la Cartuja con cuatro colores y dos banderas predominantes, la albiceleste argentina y el rojo y gualda español. En los aledaños se respiraba compañerismo, decenas de españoles se retrataban junto a argentinos en un abrazo de dos culturas con orígenes comunes.
La pista lucía espléndida, las gradas estaban a rebosar y cánticos de uno y otro lado jaleaban a los equipos. El ambiente que se respiraba era de pura fiesta.
Comenzó Nadal ganando el primer punto frente a un Del Potro que consiguió devolver la moneda en el segundo y repitiendo una vez tras otra manteniendo su servicio y rompiendo el del español hasta conseguir hacerse con el primer set.
Los argentinos empezaron a sentirse fuertes y a creer que la remontada era posible pero Nadal se repuso y ganó un disputadísimo segundo set y arrasó a Del Potro en el tercero.
El final todos lo conocéis, se llegó al Tie Break en el cuarto set en el que el español sacó toda su raza y vapuleó al argentino con un contundente 7-0.
Una cosa que me llamó mucho la atención fue la diferencia de comportamiento entre dos zonas distintas del campo, mientras que en las gradas supletorias colocadas para el partido, y que estaban más cerca de la pista, se respiraba un ambiente más tranquilo y silencioso, en el resto de graderíos, los menos caros, el ambiente era más propio de un partido de fútbol que de un elitista partido de tenis.
Yo puedo decir que he visto a mi país ganar una Copa Davis…
