Este título puede resultar chocante porque el cáñamo nos remite automáticamente a la marihuana, uno de sus subproductos, pero el cáñamo es una sustancia con innumerables usos. Sin ir más lejos, la empresa canadiense Motive Ind va a lanzar al mercado un coche con carrocería bio-compuesta, es decir, fabricado con cáñamo. Esto es posible en Canadá, donde está permitido el cultivo de esta planta, pero sería problemático en España, donde está permitido el cultivo para consumo propio pero no podemos imaginar una gran superficie dedicada a su producción ya que resultaría ilegal.

Las semillas de marihuana pueden comprarse online, pero no salen de la esfera privada y particular, mientras que para la producción de estos coches haría falta un cambio en la ley que podría resultar un “coladero” para el consumo. Pese a que la situación actual en España es peculiar y más bien “alegal”, el equilibrio se va manteniendo entre sentencias polémicas y noticias sorprendentes.

Por otro lado, y dejando de lado el uso del cannabis como alternativa verde a la construcción de automóviles, tenemos el uso de la marihuana y su peligrosa combinación con la conducción.

Que un asiduo a las growshop (tiendas especializadas en proporcionar todo lo necesario para el cultivo de marihuana en casa) se suba a un coche debería preocuparnos. Hace un par de meses, la cadena de televisión CNN realizó un experimento en el que subió a tres voluntarios que habían consumido diferentes cantidades de marihuana a un coche para realizar un circuito. Aunque sí hubo diferencias entre los consumidores habituales y los esporádicos, casi todos mostraron un atrevimiento peligroso, o dudaron, o incluso rozaron una señal de stop llegados a determinados nanogramos de THC (tetrahidrocannabinol, principio activo del cannabis) en sangre.

Como conclusión, el cannabis en la conducción, ¡sólo de uso externo!