Al principio parecía sólo un rumor, un increíble y amarillista rumor, pero en el día de hoy se ha confirmado la noticia, Lance Armstrong, el siete veces ganador del Tour, vuelve a las dos ruedas.
El americano vuelve para ganar su octavo Tour con 37 años, unos dicen que está loco, otros piensan que puede ganarlo, no se si lo uno o lo otro pero lo que si tengo claro es que se equivoca.
Si vuelve y no gana el Tour y se arrastra por las carreteras como hiciera su compatriota Grez Lemond en sus últimos años, sería una lamentable decisión y que no haría otra cosa que ensombrecer su gran carrera como ciclista, una retirada a tiempo es una victoria, al igual que pasara con Induráin.
Si vuelve y gana el Tour, sería un palo tan grande para el resto de ciclistas e incluso para mi, que dejaría tocado un deporte que ya lo está por los dichosos positivos. Creo que es como llegar, pisotear a los compañeros e irse, nunca me han gustado las demostraciones de superioridad en el deporte, no me gusta que un equipo le meta quince goles a otro, con 5 ó 6 ya está bien, no hace falta que ridiculices al contrincante con toquecitos y rabonas cuando ganas por 5.
Me imagino que es una opinión que no compartirán muchos pero después de dos días dándole vueltas es la que tengo.
Se imaginan que Björn Borg llegase para ganar Roland Garros? Sería como decirle a Nadal o Federer…
-Llevo toda la vida retirado, soy viejo y aún así os gano…