No me queda más remedio que hacerme eco de una noticia que me entristece como cristiano.
La noticia decía grosso modo que el Obispado de Ciudad Real había dado orden a la Hermandad de la Virgen de la Encarnación de Abenójar, de expulsar a una hermana de 54 años por conducta “manifiestamente escandalosa”
Al parecer, dicha conducta consiste en haber contraído matrimonio con su pareja de su mismo sexo, con la que convivía desde hace 16 años.
La Junta de Hermandad, negándose a realizar este acto ha dimitido y ha sido el Obispado el que ha nombrado una junta gestora que fue la que procedió a expulsar a dicha hermana.
Cosas como estas me entristecen profundamente como persona y más aún como cristiano y católico que me considero. Creo que la Iglesia es la menos indicada para meterse en estos temas, cada uno ha de vivir su sexualidad y su amor como crea conveniente.
Creo que las principales doctrinas que nos legó Jesucristo fueron el amor y la igualdad, creo que cada persona es libre de sentir el amor como crea conveniente, no creo que se haga daño a nadie por casarte con la persona que amas sea del sexo que sea. Y precisamente Jesucristo nos enseño a perdonar a tus enemigos, a poner la otra mejilla a darnos cuenta de que ninguno estamos libre de pecado y que hasta María Magdalena, la prostituta, la pecadora, tenía un sitio junto a él.
Creo que la Iglesia se está equivocando en su interpretación de la Palabra de Dios, igual que se confunde cuando prohíbe los métodos anticonceptivos. Creo que en países subdesarrollados, el control de la natalidad es mucho más importantes que muchas otras cosas y uno de los motivos por los que millones de niños mueren de hambre en África es por que allí la media de nacimientos por mujer supera los seis hijos, un sitio donde a penas uno pasaría hambre. Pero no sólo es necesario en África, en los países más desarrollados, el SIDA y las ETS (enfermedades de transmisión sexual) camparían a sus anchas sin el preservativo.
Nunca me cansaré de repetir que la Iglesia, mi Iglesia, está jugando el papel protagonista en la descristianización del mundo. En una época en la que la religiosidad ha pasado a un segundo o tercer plano, la Iglesia no está consiguiendo atraer nuevos creyentes sino que está echando a los que dudan y se replantean su religiosidad.
En la Iglesia actual hay un exceso de rectitud en algunos casos y se están tomando como pilares básicos temas como la homosexualidad, los métodos anticonceptivos y la familia y se están dejando de lado otros temas, tan o más importantes.
Por suerte, hay muchos otros que seguimos creyendo en Dios por encima de unos hombres, que al fin y al cabo eso es lo que son, que están llevando solamente regular al cristianismo al nuevo milenio, por suerte también, no todos estos hombres lo están haciendo igual de mal y gracias a Dios, aún quedan sacerdotes que piensan que lo que de verdad importa es el Amor con mayúsculas y el hacer el Bien, también con mayúsculas, por encima de otros temas no tan importantes.
Ante todo decir que yo respeto la espiritualidad de toda persona, otra cosa es la institución vinculada que se lucra de ella. Llegados a este punto, una cosa está clara, la Iglesia siempre ha sido un negocio con una doctrina neandertal, donde sus seguidores han podido completar durante siglos cómo su forma de atraer nuevos sectarios es mediante el miedo y la bejación de aquellos que son diferentes por el simple hecho de ser diferentes.
A mí me sorprende que una lesbiana, que habrá vivido y sufrido por serlo, quiera pertenecer a una hermandad sabiendo cómo están (y han estado) siempre las cosas con respecto a este tipo de temas. Son simplemente tabú y están, por supuesto prohibidos. Diferente es que quiera ser cristiana y creer en quién quiera, pero que no haya sabido diferenciar entre culto e institución…
Definitivamente la iglesia, com bien dices, es la que está ahuyentando a sus propios seguidores, ya que cada vez entre éstos hay una mentalidad más abiertas, mientras que en la propia institución la mentalidad se está cerrando. Está muy bonito eso de seguir las «costumbres ancestrales», por denominarlas de alguna forma, pero como bien dice el refrán «Renovarse o morir».
Y por supuesto, dejar tanta hipocresía de lado. Que es la institución religiosa con más homosexuales dentro, homosexuales que se autorreprimen o se dejan reprimir, según se mire; que promulgan la bondad y el amor y no deja que dos personas se amen porque sean iguales; que quieren que todos seamos generosos con quienes menos tienen pero el Vaticano precisamente no carece de Oro, y el papa ni te cuento; que se meten en política y economía, ya que poseen terrenos y una «subvención» anual por parte de un estado laico; y que van destrozando culturas allá donde van de misioneros predicando su palabra, y es cuando tienes hambre «no muerdas la mano que te da de comer»…
Con esta actitud, espero que, como institución, duren poco.
Yo discrepo en esto último, si bien hay gente bastante desagradable en la Iglesia actual y mucho peor en la de hace un par de siglos, no todos son iguales, te puedo decir por experiencia propia que hay mucha gente que hace el bien, pero esa no sale en la foto.
Yo quiero que la Iglesia permanezca pero de otro modo, sirviendo de ayuda a los cristianos ( y a los q no lo son tb) y no siendo una barrera
La verdad es que no encuentro las palabras adecuadas sin llegar a herir la sensibilidad de los usuarios de este blog, para calificar a esta panda de personajes… ¿Iglesia? ¿Qué iglesia es esa que promulga el Amor al prójimo, la comprensión, el respeto, etc y luego comete este tipo de injusticias?? ¿Se puede ser más falso? No creo que se pueda. Estamos llegando a un punto en el que la Iglesia está dejando ver su lado más inquisitivo y eso no gusta a nadie, ni a los cristianos, ni a los no cristianos, es decir no gusta a la sociedad. Una sociedad que intentan ganarse a base de repudiar a los que son diferentes a lo que ellos consideran la norma…
¿Por qué hablan tanto de la tolerancia, de que no se debe ser racista ni xenófobo y ellos son los primeros que desprecian y niegan derechos a un colectivo que no concuerda en sus ideales ancestrales?En este caso, e¿ESo no es ser homófobo?? ¿Eso no es pecado? ¿No es una forma de discriminación? ¿No están coartando la libertad de una persona a mostrarse tal como es sin miedo a posibles replesalias? ¿No están echando a la calle a un ser humano? ¿ O es que esta persona por ser homosexual pierde la categoría de ser humano, y por tanto carece de los derechos fundamentales del mismo??
No lo entiendo, y luego pretenden que les escuchemos e intentemos comprender y respetar su postura… Y yo me pregunto ¿cuándo van a aprender ellos, esa iglesia modélica, a respetar a los demás, a los que son iguales y piensan igual que ellos y a los que son diferentes y piensan de manera distinta?
En mi humilde opinión, el responsable de este hecho tiene nombre y apellidos, y digo esto no porque quiera defender la Iglesia, pero si hay ciertas cuestiones que creo que se confunden. En primer lugar la Iglesia es muy amplia y no podemos generalizar este hecho concreto a toda la comunidad eclesiastica, yo me pregunto ¿este es el único caso de una persona homosexual que pertenece a una hermandad y el arzobispado es consciente de ello?, pues yo diría que no, que hay más de un caso y que el arzobispado no se mete en la vida de las hermandades. Lo que si es achacable a la Iglesia como institución es el respaldo a estas decisiones. Y como he dicho antes no quiero justificar la Iglesia como institución, debería remontarse a sus orígenes, la razón de su existencia y su finalidad.
«A la iglesia de Dios que está en Corinto, santificados en Cristo Jesús, llamados santos, y á todos los que invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo en cualquier lugar, Señor de ellos y nuestro:»
1 Co 1, 2 (TR1894 y RVA
De acuerdo contigo sisqhi en que la iglesia es muy amplia y hay muchas personas buenas al igual que las hay malas, fiel reflejo de la sociedad en la que vivimos… Pero en este cas la decisión de echar a la persona homosexual ha sidola junta designada por el arzobispado ya que la junta de la hermandad dimitó al no aceptar este acto como justo y negarse a llevarlo a cabo…