La Religión no está de moda, al menos la católica, y cada día es mayor la cantidad de gente que se considera agnóstica o atea pero, sin embargo, hay algo que me llama mucho la atención.

Hay muchos objetos que podrían considerarse religiosos, en mayor o menor medida, y que se están poniendo de moda en diferentes ámbitos sociales, los hay que se consideran muy cool y de gente chic (por no decir pija) y otros que se dan en otros ámbitos menos glamurosos como es el caso de la comunidad kinki, cani, o como queramos llamarle.

Dejando a un lado las tradicionales cadenas con un crucifijo, hace algunos años que algún

cantante, famoso por su paso por la Academia entre las academias, puso de moda el colgarse un rosario como si fuese una cadena. Esta moda fue excepcionalmente adoptada por algunas clases sociales y raro era el joven que no llevaba su rosario al cuello. Rosarios que, por otra parte, distaban mucho de ser bonitos, la mayoría de ellos eran de plástico malo e incluso los había fosforescentes, esta moda ya pasó y cada vez vemos menos.

Luego llegaron las virgencitas, medallitas con frases como “Virgencita del Carmen dame salud” o “Virgen de África dame trabajo”. Las había/hay de muchos tipos, en relieve de metal, normalmente plata, o dibujadas en esmalte sobre una base lisa. Fueron importadas desde América Latina donde la religión es más un fetiche que una religión propiamente dicha.

Desde allí mismo fueron exportados los decenarios, rosarios en formato pulsera de hilos, que fueron descubiertos al gran público por la bella Sara Carbonero. Hasta hace muy poco rara era la chiquilla (y no tan chiquilla) que no llevase 18 pulseras de distintos colores. Al principio costaban unos 5-7 euros cada una pero los chinos comenzaron a inundar sus tiendas con otras mucho más toscas y baratas.

Por último, se han puesto de moda unas pulseras con forma de cinta anudada a la muñeca que tren bordadas o cosidas diferentes viñetas con vírgenes, textos religiosos o simplemente oraciones como el Ave María o el Padrenuestro… Otra moda importada de Latinoamérica que vuelve a causar furor.

¿No os parece raro que en el peor momento de la Iglesia Católica desde hace mucho tiempo, es cuando más fetichismo hay en sus artículos?