Hace unos días os hablaba de que no me creía a muchos actores españoles por tenerlos encasillados en papeles muy típicos, hice especial hincapié en Águila Roja y en Doctor Mateo.
Dije que pese a que tenía descargados varios capítulos, no había tenido tiempo de sentarme a verla, bien, ya he tenido ese preciado tiempo y me he visto los cuatro primeros capítulos.
En un vistazo rápido, lo que más llama la atención es la nefasta calidad de las secuencias de acción en las que nuestro “prota” se pega de guantazos con cientos de enemigos sin que le rocen lo más mínimo. Se tornan irreales esos saltos de varios metros en los que sólo se ve el principio y el final, por no hablar de esas reminiscencias “Matricas” en las que nuestro querido aguilucho se dobla por la mitad mientras las balas le pasan rozando al esquivarlas.
Por lo demás es entretenida, se deja ver y hay momentos en los que te ensimismas hasta que llega la temida pelea de turno y te devuelve a la cruda realidad del cine español.
Me gustaría resaltar dos cosas, la belleza de una de las protagonistas, Margarita, la cuñada de Águila Roja, encarnada por Inma Cuesta y Satur, el ayudante, mozo o como queramos llamarlo, encarnado por el genial Javier Gutiérrez y que tanto recuerda a Sancho Panza.
En definitiva, la serie no cumple las expectativas creadas ya que pretende ser mucho más de lo que puede dar, cosa que no quita que sea entretenida.