Tras mi segundo verano como habitante de Coria, me he hecho socio de la piscina del Complejo Polideportivo «Alcalde Fernando Suárez Villar” y me gustaría expresar mi opinión al respecto.

Cuando fui a preguntar los requisitos, precios y documentación necesaria, me alegró ver que la chica que atendía respondió de buena gana a cuantas preguntas creí necesario hacer. Me sorprendieron, aunque de distinta forma, los precios de las entradas sueltas y los abonos. Las entradas sueltas me parecieron brutalmente caras, aunque entiendo que lo hacen así para llevar un mejor control del personal, si un “querido” cani la lía, es más fácil echarlo siendo socio que sin serlo ya que de la otra manera, bastará con que pague la entrada otro día y volverá a entrar, si es socio, se le puede prohibir que vuelva a hacerse socio y si quiere entrar tendrá que abonar la entrada sin importar que haya abonado la cuota del mes entero. El bono para el matrimonio (e hijos menores de 3 años) empadronado en Coria para el mes de agosto cuesta relativamente poco, 45 euros, que para ser dos personas (y algún posible hijo) está bastante bien y se amortiza en cuanto vayas un par de días.

Cuando entré en el complejo, me llevé una agradable sorpresa ya que esperaba que fuera un pelín más cutre, la piscina es aceptable, el bar (pese a que son un poquito malajes) está bien y hay suficiente zona verde. Las instalaciones de tenis y paddle son adecuadas y los vestuarios también.

Los socorristas son abundantes y están muy pendientes de lo que no se puede hacer y a la primera de cambio te pegan una pitada ensordecedora, el agua está limpia y las normas son las adecuadas excepto una que nadie cumple, no se pueden usar gafas de bucear.

Ahora traemos las críticas, pienso que un apartado para aparcar bicicletas sería algo muy deseable, y más aún en un momento en el que todo lo que sea ecológico vende, si dispusiéramos de dichos aparcamientos, muchos dejaríamos el coche en casa y vendríamos sobre dos ruedas, mejorando la contaminación, el bolsillo y nuestra salud.

No me parece nada bien que si compras un refresco en la máquina del bar, no te den un baso de plástico, no se si dichas máquinas son propiedad del bar pero si quieres conseguir un baso con hielo, tienes que pagar 20 ctms más por cada consumición.

Algo muy criticable y no achacable al polideportivo son los archipresentes e indeseables canis, odio a la generación actual de macarras, en mi época, hace 5 o 10 años, los canis eran una minoría y hoy día son la desagradable mayoría, metepatas profesionales, atemorizan a la chavalería y a los no tan chavales, si te enfrentas a ellos te juegas que te destrocen el coche ya que, como ellos no tienen oficio conocido, pueden permitirse el lujo de esperar en sus motos (que daño le ha hecho el tunning a esta sociedad) a que salgas del polideportivo y te montes en tu coche para seguirte, una vez que saben donde vives y que coche tienes… sólo te queda rezar para que el lunes puedas ir a trabajar en tu auto como todos los días sin tener que lamentar rayones, cristales o espejos rotos o ruedas pinchadas. Uno sólo puede sentir impotencia e indefensión ante estas piltrafas humanas que son muy mayores para furmar y meterse de todo y hacer y deshacer a su antojo y muy menores (valga la expresión) para que los metan unas semanitas en el calabozo.

Creo que me he desviado del tema pero es una cosa me hace sacar lo peor de mi mismo. En resumen, creo que es un buen recinto y que, si bien tiene algunas pegas, cumple con creces mis expectativas, muy superior a lo que nos tiene acostumbrado nuestro desastroso ayuntamiento.