Cannabis sativa o mejor conocida como cáñamo industrial, es considerado por algunos como la “planta perfecta”.
Los primeros reportes obtenidos desde China e India datan desde hace más de 5000 años, con usos terapéuticos de la variante femenina para aminorar y controlar diversos síntomas en pacientes con diferentes tipos de condiciones e incluso los aceites de cannabis eran utilizados como anestesia en cirugías mayores.
Hoy en día se conoce que las plantas de cáñamo poseen una de las fibras más resistentes de cualquier especie vegetal y sus semillas son ricas en ácidos grasos esenciales como el Omega 3 y el Omega 6 cuando se consumen en la forma de aceite de cannabis ricos en CBD, convirtiéndose en una fuente de nutrientes virtualmente óptima.
Pero más interesante resulta el contenido de Cannabidiol o CBD de cepas especiales de cáñamo, de estos se producen gran número de productos como aceite de CBD para epilepsia.
Entre las utilidades que poseen el cannabis industrial o cáñamo industrial se tienen:
– Producción de textiles: seda para ropa interior, zapatos, vaqueros y ropa de deporte.
– Alimentos: como suplemento alimenticio, fuente de proteínas, leche de cáñamo, y fuente de ácidos grasos esenciales.
– Medicamentos: El CBD ha producido distintas alternativas terapéuticas, aceites de CBD para epilepsia, cremas de CBD para inflamación y cápsulas de CBD para fibromialgia, así como otras condiciones crónicas y agudas.
– Papel
– Material de Construcción: Concreto para construcción de casas, en paneles para coches e incluso en alas de aviones.
– Plásticos: Estuches para CDs, DVDs y componentes de ordenadores.
– Combustibles: Tiene la capacidad de convertirse en un biodiesel.
– Fito remediación: el cáñamo ha demostrado una capacidad para la limpieza de químicos en desastres o emergencias, absorbiendo metales pesados, y compuestos tóxicos.