Comprar por internet es una manera cada vez más común de «gastar» nuestro dinero. Poco a poco la gente se va acostumbrando a la comodidad de comprar sin salir de casa y, de camino, ahorrar unos euros respecto a las tiendas tradicionales.
La semana pasada me lancé a comprar una cosilla en una página alemana y por causas que no vienen al caso tuve que usar mi tarjeta de crédito en lugar de Paypal como uso habitualmente.
Tras un primer intento de pagar me apareció un error al confirmar los datos, entré en la web de mi banco y no aparecía el movimiento por lo que procedí a realizar la compra otra vez y luego otra; tres veces en total sin llegar a realizar la compra. Me sonó muy raro pero al ver que los cargos no se hacían en la tarjeta, decidí usar una segunda tarjeta. Por dos veces volví a intentar realizar la compra con el mismo resultado.
Me fui a otra web y compré el mismo artículo a la primera, sin problemas aunque unos 30 céntimos más caro, una diferencia insignificante así que me di por satisfecho.
Al día siguiente, al pasar por el cajero y ver el recibo tras sacar dinero, me llamó la atención un alarmante descenso en mi saldo. Pedí los movimientos y vi como me habían cargado cinco veces el producto que intenté comprar el día anterior, dos con una tarjeta y otras tres con la otra.
Empezó un largo camino de reclamaciones a la web alemana, en perfecto inglés de Google Translator. Contestaciones aleatorias por su parte, llamadas a mi banco… Hasta que conseguí los códigos de operación y autorización y por fin la web aceptó que me habían cargado erróneamente la operación.
Han pasado varios días desde que dieron orden de retroceder los cargos y hoy veo cómo me devuelven unos 4 euros menos de lo que me cobraron, la respuesta es sencilla, te ha tocado perder con el cambio. Las compras se hicieron en dólares y las devoluciones también, el dólar estaba más débil el día que compré y había subido el día en que me hicieron la devolución así que a igualdad de dólares, me corresponden menos euros, así de sencillo y así de cruel.
Estamos hablando de 4 euros porque el montante de las cinco operaciones superaba ligeramente los 150 euros pero si la operación hubiese sido de 150.000 euros… hablaríamos de 4.000 euros así como el que no quiere la cosa.
En mi banco me dijeron que si hubiese sido al revés el que hubiese ganado hubiese sido yo, cosa que dudo bastante porque al final en temas bancarios y de cambio de moneda, el que pierde siempre es el cliente.
Eso y el 3% de comisión que tiene casi todas las tarjetas por cambio de divisa, tarjetas como la de ing o cepsa tienen un cambio del 1%.
Un saludo, me gusta mucho shu blog brother xD
Pues ahora que lo dices, mi tarjeta es de Ing así que si hubiese usado otra a lo mejor me hubiesen cobrado más aún.
Gracias por el dato, ahora compraré siempre con esa tarjeta 😉