Tras comentar en Picasa I en qué consistía este servicio de Google, hoy quiero comentar algunos aspectos más detallados.
Lo del catalogador o etiquetador de imágenes es algo que me ha maravillado, funciona mucho mejor el iPhoto de Mac OSX y es realmente divertido y ameno. El comienzo se hace un poco pesado porque, aunque el programa te reconoce las caras, tú tienes que decirle quién es quién.
El funcionamiento es simple, el programa coge una foto y mediante una serie de algoritmos, detecta qué partes de una fotografía se corresponden con un rostro humano y los etiqueta como caras, en este primer momento todas son caras anónimas.
En un segundo paso te muestra todas las caras que ha encontrado y las agrupa por parecido. Ahora llega tu turno, tendrás que seleccionar la cara en cuestión y darle un nombre, puedes crear tú mismo los nombres o bien seleccionarlos de los contactos que tengas en Gmail, recordemos que todos los servicios de Google se hayan interconectados y de este modo agrupas toda la información de esa persona.
Lo bueno es que el programa “aprende” a medida que vas añadiendo gente y según vayas etiquetando a la gente te irá ofreciendo sugerencias de personas, de este modo, no tendrás que etiquetar todas las fotos de una persona, algo que sería muy tedioso. Probablemente si ha encontrado 100 fotos en las que sale una persona, sólo tendrás que decirle quién es una vez, el resto lo hará el propio programa.
De todos modos esto no es algo infalible y dependiendo de la flexibilidad que le pongamos al reconocimiento de caras, obtendremos muchos falsos parecidos o caras no detectadas, debemos jugar con esa flexibilidad ya que si le ponemos un nivel bajo, encontrará muchas caras pero muchas serán erróneas, mientras que si subimos demasiado el nivel, casi no encontramos errores pero muchas de las imágenes se quedarán sin etiquetar.
Otra de las opciones que comentaba es la utilidad para retocar fotografías, podemos mejorar el contrate, la iluminación, los ojos rojos, el color, la saturación… obviamente no hace milagros y si una foto es oscura, seguirá siendo oscura pero la verdad es que funciona mucho mejor de lo que cabe esperar.
Muchos de los fotógrafos aficionados o profesionales que me lean se me tirarán al cuello cuando lean la siguiente frase pero es lo que yo he aprendido con el paso del tiempo y es un consejo muy personal y que no tenéis por qué seguir.
Mi opinión personal es que los originales NO SE DEBEN RETOCAR, yo pienso que la imagen original se debe dejar tal y como está y si quieres usar esa imagen para cualquier otra cosa ya tendrá tiempo de retocarla y guardarla como copia. Hay que tener en cuenta que una vez que la imagen se ha retocado y guardado ya no se puede volver a su estado original y que lo que hoy nos parece que es el mejor retoque posible, mañana puede ser un desastre.
Yo echo la mirada atrás y cuando veo los retoques que hacía con el Photoshop en las fotos que echaba con mi vetusta Nikon CoolPix de 3,2 Mpx, me entran ganas de llorar, demasiado contraste y muy saturadas, colores irreales…
Continuará…
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