La propuesta del gobierno encabezada por Miguel Sebastián en la que iban a repartir dos bombillas por familia, supondrá un coste para las arcas del Estado (nuestro bolsillo) cercano a los 42 millones de €uros.
Vaya por delante que pienso que hay que tomar medidas para concienciar a la población de la necesidad de ahorrar energía y que todo plan en este sentido es bienvenido pero creo que esta no ha sido una medida acertada y mucho menos la forma en la que ha sido llevada a efecto.
En una primera fase que ha terminado en Aragón, se han entregado menos de un 20% de las 500.000 bombillas presupuestadas. Hay localidades en las que sólo se han recogido 9 de las más de 3.000 disponibles, ¡Todo un éxito!
¿Que conclusión podemos sacar?
Los españoles preferimos ir a comprar una bombilla o renunciar a una gratis con tal de no tener que perder un par de horas de trabajo en algunos casos y/o tener que desplazarnos en coche para ir a recogerla.