Llevo muchas semanas escuchando en Radio Marca un anuncio sobre los MarcaToons, caricaturas de los personajes del deporte que para mi gusto carecen de gracia alguna. El caso es que ayer presté atención a la cuña en cuestión y comprobé un error garrafal y muy común.
Con la llegada del Euro han vuelto a nuestras vidas los decimales, nuestros padres y abuelos los habrán conocido pero los de mi generación y posteriores sólo alcanzamos a conocer las pesetas rubias y aquellas odiosas monedas de 2 ptas de latón.
El error en cuestión es que el muñequito decía que darse de alta sólo costaba cero treinta céntimos, cuando realmente debería decir cero treinta euros o treinta céntimos. Es como si decimos que medimos uno noventa centímetros cuando realmente medimos ciento noventa centímetros o uno noventa metros.
En la panadería suelo oír otro error muy común, si el pan te cuesta 1,05 euros, te dicen que son uno cinco, cuando en realidad son uno cero cinco o un euro y cinco céntimos. Aunque parezca una tontería no lo es, todos sabemos que los ceros a la derecha de la coma al final del número no sirven para nada, de ese modo, será lo mismo 1,5 que 1,50 o 1,50000000. Por eso uno cinco es 1,5 que no es lo mismo que 1,05, otra cosa distinta es si se dice uno con cinco céntimos, así si sería correcto, igual que diríamos uno con cincuenta céntimos para 1,5, en este caso los céntimos serían una unidad en sí y no los decimales