Ayer, pese a ser sábado, me ha tocado trabajar mañana y tarde, justo antes de cerrar el chiringuito he oído como lejanos tambores se iban acercando lentamente, era el anuncio de lo que durante muchos años de mi niñez fue toda una ilusión, una Cruz de Mayo.
Este hecho me ha recordado un artículo que escribí para una preciosa web llamada Sevillamia, que quedó en el olvido de la www hace ya algunos años, como me ha surgido la añoranza, aquí os dejo aquel artículo llamado “Jugando a ser cofrades”
No se que día era, quizás fuera en Marzo o Abril, no me acuerdo bien, ni siquiera se si era el año 1989 ó 90, sólo se que era la época propensa para ir diseñando un pequeño pasito con cuatro tablas viejas cogidas del derribo que había al lado de los campos de futbito que había detrás de
Tras una cuidada selección de los mejores trozos, empezábamos a construir lo que durante treinta días, iba a ser la mayor ilusión de un niño, y más siendo sevillano. Una vez terminado el paso, con sus trabajaderas (o trabajadera en la mayoría de los casos), se procedía a la elección del «titular» (con más respeto de lo que la gente piensa) de la hermandad, en el proceso anterior, se habían guardado las «joyas de la corona» dos maravillosos palos cilíndricos ya barnizados y todo, un sí rotundo de todos los presentes confirmaba que eran los más adecuados para ese menester, ya tenemos
Ya estaba tomando forma esa impresionante canastilla (para nosotros lo era), que pocas semanas después se mecería sevillanamente y al compás de un radiocasete, por las estrechas y angostas callejuelas de
Sólo nos faltaban unos faldones de terciopelo morado y un monte de claveles color sangre (un retal que la madre de mi amigo Juanma compró en el kilo de la calle Feria, y unas flores de papel de seda rojo comprado en la papelería de la esquina).
Ya estaba todo preparado, los priostes habían hecho un gran trabajo, tantas y tantas tardes de trabajo en la calle Tintes o Vidrio o en
Era plena Feria de Abril y había un sonido extraño en el barrio, parecía como si fuera una banda de cornetas y tambores. No, era una agrupación musical (en verdad ninguno sabíamos que banda era, sólo conocíamos
Ya es mayo, el mes de María y de las Cruces, es el momento álgido, todo, y digo todo, estaba ya preparado, nuestros cuellos en forma, los pasos montados, y nuestras madres y padres preparados para tenerse que pasar el día detrás de los niños. Hoy, primer viernes de mayo, es Domingo de Ramos en San Esteban, San Bartolomé, San Pedro y en tantas y tantas collaciones.
Lo que sentíamos aquellos niños con toda esa gente mirándonos, con esos extranjeros maravillados, echándonos poco dinero y muchas fotos, esos costaleros racheando con paso corto, meciendo ese paso por su barrio con exquisita dulzura y amor, eso no lo sentirá nadie jamás, esos padres tan artos como orgullosos de sus hijos, ese barrio en fiesta porque hay nueve pasos que salen a la calle, eso sólo se vive una vez en la vida y el que no sea sevillano no lo vivirá jamás, así es como se hacen los verdaderos cofrades, los que se lo han ganado a pulso, los que se han lastimado con el martillo un mes antes, los que han sido priostes, costaleros, capataces y luego serán mayordomos, los que en un futuro no muy lejano, capitanearán la inmensa nave que es nuestra Semana Mayor, de aquí, han salido y saldrán siempre Hermanos Mayores, capataces, costaleros, consejeros y delegados de día, de aquí, han salido y seguirán saliendo si Dios quiere, COFRADES