Ayer tuve la suerte de asistir al partido Betis – Barcelona en el Ruiz de Lopera. El ambiente era espectacular y fueron decenas de pancartas las que pedían justicia para el Real Betis, es más, los aficionados mostramos en los primeros minutos un cartel que decía: ¡Ya está bien…!

Y es que ya está bien, lo primero que hizo el árbitro al saltar al campo fue pedir que quitaran todas las pancartas, creo que eso es empezar con toda una declaración de intenciones pero bueno, dejémoslo ahí.

El titular del artículo viene dado por las dos caras que ofreció el equipo de la Palmera, mientras que en los primeros 55 minutos los béticos ni se movieron, en la segunda parte, a raíz de los cambios de Odonkor y Sobis, el equipo cambió por completo. En la primera parte y principio de la segunda, la imagen que se ofreció fue la de un equipo de colegio, un equipo sin energía ni ganas, sin esforzarse por mejorar y con 2 goles en los primero 20 minutos.

Dos futbolistas sobresalieron del resto en el peor de los sentidos, Ilic y Juanito. Mientras que el internacional español no daba una a derechas, el lateral dejaba que Henry se paseara como le daba la gana por su banda.

En el segundo tiempo salieron Odonkor y Sobis por unos desacertados Capi y Mark Gónzalez y revolucionaron el partido, le dieron profundidad y frescura y lo que es más importante, contagiaron de alegría al resto de jugadores.

El de siempre, Edu, acortó distancias marcando, como no, de cabeza, esto espoleo a los verdiblancos que empezaron a creer que el empate era posible. El Barcelona se durmió en los laureles y más aún cuando se marchó del campo el mejor del partido, el chaval Bojan.

Tras un claro penalti no señalado a Pavone, el árbitro señaló una pena máxima que desaprovechó Edu, en esa misma jugada empataría Juanito (que fue lo único que hizo). Según mi parecer, esta jugada fue la que desató el aluvión bético, que tras el primer gol se había creido el empate, al fallar el penalti y marcar en ese mismo minuto, toda la adrenalina acumulada por la pena máxima, se descargó en una avalancha de casta y coraje, no cejaron en su empeño y el premio llegó poco más tarde, Edu, como no, puso al Betis por delante y le dio los tres puntos tan merecidos en la segunda mitad y tan poco merecidos en la primera.

Saco varias conclusiones:

-El Betis es el hazmerreír de la Federación que lo toman como al pito del sereno.

-El Barça no va a ganar la liga.

-Juanito e Ilic entre otros, no tienen sitio en este Betis (que ya es decir). Mi pregunta es la siguiente: ¿Cómo serán el resto de centrales españoles para que Juanito sea uno de los cuatro mejores según Aragonés?.

-Al Betis sólo le salva este año la casta y el corazón, cuando esto falta… mejor nos despedimos.

-A Edu hay que hacerlo hijo predilecto de la Palmera, de diez, pese a fallar el penalti, es el único regular, a veces está bien Pavone, otras Caffa, otras M. Gónzalez, pero el que nunca nos falla es O Rei Edu.