Aún no es feria, ni siquiera ha llegado Semana Santa, pero las horas ya juegan en contra de quienes este año, como tantos otros, han decidido renovar su traje de flamenca o simplemente darse el capricho de tener uno más para lucir…
¿Por qué juegan en contra? Muy sencillo… No es tan fácil como creen encontrar el mantoncillo del color y tamaño adecuado al estilo de nuestro de traje, y mucho menos a la idea que hemos ido forjándonos en nuestra cabeza, aunque esa idea, la mayoría de las veces utópica, es inflexible e inamovible… Queremos ese color y ese tamaño, ya lo encontraremos, aún queda un mes, pensamos muchas… Y comenzamos a desgastar nuestras energías buscando ese imposible, ese ente ilusorio. ..
Pero si fuera sólo el mantoncillo… ¿Y la flor? ¿Y los pendientes? ¿Y los zapatos? ¿Y el alfiler del mantón? ¿Llevo collar o este año no se lleva?
Soy de la opinión que pese a que el traje de flamenca es el único traje típico que cambia y se adapta a la moda y las nuevas tendencias, creo que hay ciertas reglas que no se debería dejar de lado a la hora de vestirse de flamenca, como por ejemplo algo muy olvidado por todas, los zapatos. Se ha puesto de moda llevar zapatos de salón para ir a la feria… No creo que sea lo más acertado. Los zapatos de salón, son, como su nombre indica, para salón, y los de flamenca para lo que le es propio. No hace falta que nos compremos el profesional con las puntilla, basta con un tacón de pulsera, como los de toda la vida, incluso los hay más de acuerdo con la moda y en todos los colores. ¿Y qué es eso de unos botos o unas zapatillas de esparto con el traje de flamenca? Eso se queda para el Rocío y para las romerías, pero a la feria hay que ir con tacón, con zapato de flamenca, porque a la Feria se va a pasear por el Real a lucirse, a bailar por Sevillanas, a pasar los mejores momentos del año con los amigos en una caseta con buen ambiente, con cante del bueno, con palmas al compás de sevillanas, de rumbas y de lo que a uno se le antoje, siempre que no sea reggaeton, King África o algo que se le parezca.
El collar, otro grande que se estaba perdiendo hasta que el pasado año Aurora Gaviño, Nuevo Montecarlo, Pilar Vera… lo hicieron renacer de sus cenizas, cual Ave Fénix, para volver a convertirlo en un complemento más del conjunto, y que en mi opinión no deberíamos volver a dejar que quedase en un segundo plano.
Bueno pues la búsqueda, como dije en un principio, ya comenzó, y aún es pronto para perder la paciencia si no hemos encontrado lo que buscábamos. Al final lo conseguiremos, seguro.
[…] PEÃ