Buenas y lluviosas tardes, hoy os quiero contar mis experiencias desafortunadas con los bonsáis, los que penséis que el título puede ser preocupantes estáis en lo cierto.
¿Qué son perrerías? Pues para mi perrerías son todas esas cosas que les he hecho a mis pequeños y que no han salido muy bien que digamos, englobemos ahí las cosas que hice por desconocimiento, lo que hice por mi cuenta y riesgo si escuchar los consejos, lo que, pese a seguir las instrucciones, hice mal, etc.
Comencemos por el principio, cuando me agencié mi primer bonsái, un escuálido olmo chino en la tienda Aki, lo primero que hice fue trasplantarlo, hasta aquí todo bien, ¿las perrerías?
1º Trasplanto fuera de fecha
2º Trasplanto a lo que podríamos llamar una maceta, lo que realmente era… el cenicero de una papelera de las que hay en muchos despachos y comunidades de vecinos, con muchos agujeritos en su base eso sí, pero con el problema de que es de hierro lo que puede favorecer que, tras darle varias horas de sol, podría hacer que las raíces se asaran.
3º Abono justo después de trasplantar.
4º Atestar de musgo toda la superficie de la planta con el consiguiente problema para saber si el sustrato está húmedo o no.
Definitivamente este arbolito ha pasado por un sin fin de calamidades, no obstante sigue vivo.
Mi segunda víctima fue mi famosa Serissa fuigitiva.
1º La primera perrería y más importante fue comprarme una Serissa y además de Ikea.
2º Nuevo trasplante a maceta de diseño, un magnífico Tupperware que había usado meses antes para hacer la pasta esta que se usa para tapar los agujeros de taladro y las grietas. Por supuesto fuera de tiempo ¿soy yo o es que es imposible hacer un trasplante en su época?
Como todos recordareis esta pequeña se encuentra en paradero desconocido, no se si la secuestraron o ella solita se marchó.
Pasamos ahora a un pequeño acebuche comprado en Ikea.
1º Como siempre me gustaba hacer, trasplanto fuera de tiempo y sin dejar que se aclimatase a su nueva ubicación.
2º Como siempre me gustaba hacer, reutilizo cualquier utensilio más o menos doméstico para hacerlo maceta de bonsái, esta vez… seguro que no os lo imagináis, ¿sabéis como son las tarrinas de 50 cd’s? efectivamente, eso es lo que utilicé (podéis arrancarme cualquier parte de mi cuerpo con una podadora cóncava, lo acepto).
3º Alambro mi pequeño retoño y lo dejo como unos 15 meses con el alambre puesto, para mi que no había crecido nada el jodio pero el otro día me dio por mirarlo y… ¡impresionante lo que ha crecido, y las marcas que ha dejado el alambre son como el Cañón del Colorado!.
Como habréis podido observar, no se que tiene el ser humano que se siente atraído por lo prohibido o poco recomendable. Que te dicen que no abones un árbol recién trasplantado… pues tú vas y lo abonas, ¿quién mejor que tú conoce las necesidades de tus pequeños?, que te dicen que no trasplantes ahora que no es época… pues tu dices mejor ahora que no dentro de un mes porque si no me aburro y no se que hacer y claro está, al árbol también le tiene que encantar estrenar casa aunque sea 15 de agosto…
Todas esas perrerias (y alguna que me han hecho alguna vecina bienintencionada) las he hecho yo, con el resultado de alguna que otra baja. Espero que en el último que me he comprado pueda por fin llevar a cabo lo que he aprendido (que más que nada es lo que no se debe de hacer)
perrerias son grupos numerosos de perros usados por los españoles para atacar a los indios
Buen titulo para este post! Algún día tengo que escribir un post con este mismo título. Yo también soy de los que hacen perrerías, intento aprender pero siempre hago algo mal.
La serisa creo que es de lo más desagradecido que hay, creo que si le das un buen grito es capaz de morirse, jajajaja!
Es normal, por mucho que aprendamos, seguimos cometiendo errores